miércoles, 19 de marzo de 2014

ENCIERRO FUERA DE PERCEPCION.

Diez de la noche con un frio seco y  la neblina que deja ver lo necesario, Margot, Samuel y Renzo  ya se habían bajado del bus y caminaban hacia el hospital salvador.

Renzo: ¿Por qué estamos en este lugar?

Margot: Ya te hemos dicho que tenemos que ir a ver al médico para Pedir tus remedios, nos dijo que teníamos que venir con el paciente y hay que hacer lo que él nos dice.

Renzo: Gladis ya se los pidió la semana pasada, no encuentro necesario volver acá.

Samuel: llegamos y nos vamos. A demás Gladis no te quiere ver, tu sabes que no era necesario tirarla a la calle de la puerta de su casa.

Margot: No creo que sea el momento para discutir esa situación.

Renzo: Esa mentirosa me quiere perjudicar, ella debía salir de su casa para votar su magia negra y que el sol la purificara.

Margot: Si Renzo como tú quieras pero ahora necesitamos que nos ayudes con el médico.

Renzo: (se saca la ropa desesperadamente quedando solo en ropa interior) La luna llena esta perfecta para que me transforme en hombre lobo, esta sería mi quinta vez asique Margot y Samuel no se pongan nerviosos yo tengo todo bajo control ya que esto es un don.

Samuel: Vamos hombre ponte la ropa tenemos que llegar al médico, después que nos den tus remedios nos pueden enseñar ese grandioso don.

Margot: Ponte la ropa inmediatamente que te puedes enfermar, con este frio te puede dar hipotermia

Renzo: ¿A caso no creen que puedo hacerlo? Siempre es lo mismo con ustedes dos evitando que haga mis cosas, no estoy loco si así lo piensan par de estúpidos.




Llegan al hospital y se encuentran en la habitación donde hay una mujer en camilla acostada tocándose el cabello despeinado, con su cuaderno, lápices de colores y papeles arrugados a su alrededor, no quita esa mirada de ojos saltones hacia lo que esta ocurriendo, el médico con las jeringas y utilería en su mesón con tres hombres grandes de mucha presencia vestidos de blanco entero detrás del mirando fijamente a Renzo. Margot masticándose las uñas y tiritando de nervios  disimuladamente, Samuel con su cara empapada de sudor con los documentos de Renzo en la mano y Renzo no quita la mirada de furia hacia Margot.