domingo, 8 de junio de 2014

UN AROMA DEL NORTE

Recuerdas ese ultimo día de la semana, una noche helada, una noche por las calles donde nos quedamos de ver, recuerdas esa misma noche en el muelle con la espectacular vista llena de luces, los barcos, el puerto, las casas, el faro, el paseo que estaba justo al lado del muelle, los lobos marinos que nos hablaban a lo lejos donde dormían, recuerdas ese pequeño beso cuando nos dimos  y se escuchaba el sonido del mar, se sentía en frió cuando se escabullía dentro de nuestra ropa y nos abrazábamos mas para darnos calor. Hablamos de muchas cosas y nos besábamos de muchas formas, nos tomamos de la mano y caminamos por el muelle y nos besamos, en ese entonces desapareció todo lo que estaba a nuestro alrededor, absolutamente todo.

Caminábamos sin rumbo alguno por todos lados y parábamos y nos abrazábamos y nos sentíamos, nos mirábamos a los ojos de vez en cuando y sentía tu respiración cada segundo que iba pasando mientras yo te soñaba en mi mente para que te quedaras acá sin mencionártelo, no quería que te fueras, hubiera deseado que esa noche fuera eterna para que no se fueran tus besos, tus brazos, tu sonrisa y tu forma de ser. Llegamos a  juntar nuestros cuerpos en uno solo y fue entonces cuando estábamos completos, tu y yo flotando en el espacio sintiendo nuestros calores en su máxima expresión. Ya era de mañana y la hora del adiós, un hasta nunca o un hasta luego aún no lo sabemos, te fuiste del puerto de Valparaíso y dejamos uno de nuestros mejores recuerdos, te fuiste a tu hogar y a tu vida allá hacia el norte, te fuiste y nuestros besos quedaron en  la carretera pero al cerrar nuestros ojos los recordaremos como los mas hermosos. 

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