Una habitación color camel con el
plumón de plumas de ganso sobre tu cama
de dos plazas recién hecha, tu vaso de agua sobre el velador café chocolate que
está al lado de esta y la alarma puesta a las 3:00 AM, la tele está encendida
sin transmisión a volumen medio que esta sobre un cajón a medias abierto y se
le pueden ver cajas de pastillas, un hilo con una aguja, un libro quemado, el
control del televisor, un frasco
transparente con dos abejas muertas dentro del que la tapa está envuelta en
una cinta roja. Esta la ropa tirada por toda la habitación; Zapatos y
zapatillas esparcidas en el suelo, pantalones, blusas, ropa interior que están arropadas
en la entrada de la habitación, a los pies de tu cama hay un álbum de fotos
color rojo abierto con cientos de fotos de mujeres hermosas y en la pared de la
cabecera de la cama hay una imagen de Marilyn Morroe que la cubre toda.
Estas estirado en la cama solamente con bóxer mirando el techo en el cual
tienes una campana color dorado y te empiezas a reír y reír hasta que paras y
empiezas a sollozar, paras el gemido del llanto y decidido con tu mano derecha
abres el velador color café chocolate y
en su interior se encontraban cientos de pastillas, ya sacadas de su envase,
las agarras con la mano y te las empiezas a echar por montones en la boca
empezando a masticar con tus ojos bien abiertos sin dejar de mirar el techo,
las tragas y te vuelves a echar hasta casi terminártelas por completo. Paras en
un segundo y te sientas en la cama observando el vaso con agua que esta sobre
el velador, lo tomas y comienzas a beberlo con mucho placer dejándolo sin ni
una gota, lo arrojas al televisor y se rompe en mil pedazos. Te paras sobre la
cama para comenzar a mover la campana a mucha velocidad, le pones un cordel
amarrado y te estiras nuevamente en la cama pero esta vez no paras de mover la
campana, estas así por dos horas sin parar y tu estomago empieza a moverse provocándote
gritos terminado por vomitar con sangre, pero no te mueves ni un momento de la posición
en la que estas y te vez todo manchado y el plumón de plumas a la mitad de
blanco. Te paraste casi sin estabilidad para ir a buscar las abejas que tenias
en el frasco para tragarlas terminando por amarrar tu mano con un nudo siego a
la cuerda de la campana, tu cuerpo cayó sobre los zapatos y zapatillas
derramadas quedando inconsciente y la alarma que habías dejado comenzó a sonar sin
parar.
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