viernes, 24 de enero de 2014

UNA PEQUEÑA VISITA

Cuando la primera vez que me tope con ellos, ya no sé como nombrarlos son demasiados, mi cuerpo se paralizo y comenzó a correr un hormigueo de la punta de mis pies hasta mi cabeza, yo estaba acostado y comencé a moverme de apoco pensando que era un sueño pero no fue así hasta que me piñizque con todas mi fuerzas pero me dolió, la luz blanca que salía de mi ventana me dejaba solo ver las siluetas de los cuerpos delgados y largos moviendo sus manos como cuando un gusano se mueve lento por la tierra, empezaron a hablar en un idioma que no entendía, no era español, inglés, alemán, japonés, brasilero, bueno aunque no conozco muchos, eran dos uno media dos metros aproximadamente y el otro media unos 20 centímetros más pero mi única reacción fue quedarme mirándolos fijamente sin quitarles la vista, me sentía  dentro de una capsula gigante de fierro y cada vez que ellos hablaban mi oídos retumbaban con una vibración pequeña que dejaba caer mis ojos lentamente hasta sentirme mareado y con nauseas, luego la luz  blanca comenzó a brillar mas y mas hasta casi cegarme y las voces crecían como un eco, mis ojos se cerraron automáticamente hasta que en cosa de segundos todo desapareció y me encontraba ya de mañana.

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