domingo, 26 de enero de 2014

GLOBO AZUL

Tengo un globo azul en mi bolsillo que lo usaré para irme volando de acá, lo inflare e inflare hasta hacerlo más grande que una casa, esa casa del gigante de las  habichuelas, nadie notara mi ida loca y desenfrenada que haré al espacio exterior, me dijeron que ahí hay más paz  y seguridad que en la tierra, esas cosas que vienen de allá de donde nadie sabe su lugar de origen, que les temen pero algunos aman, son grandes y pequeños, algunos muy delgados y con grandes ojos, otros muy robustos y cabezones. Tienen mil y una forma para pasar desapercibidos por los ojos de los humanos pero yo los identifico de inmediato su olor y su color son los que me llevan a darme cuenta, la mayoría es buena yo diría que demasiado buena pero hay unos pocos que no me gustan porque son demasiado malos porque no quieren que el experimento de la raza humana siga existiendo en la tierra o planeta Grox como lo llaman algunos en su idioma, ya me hice amigo de algunos pero ellos solamente me hacen preguntas de cómo me llamo o cual es el origen de mi familia, mi comida favorita, también cual es mi opinión frente a las guerras o las catástrofes naturales. Aun no comprendo por qué se dedican a eso si tienen naves que pueden viajar por cada rincón de la galaxia, yo iría a Marte Júpiter y a todos los demás planetas, también me gustaría conocer cada especie de vida que existe allá afuera en la oscuridad iluminada, pero solo tengo un globo azul para poder hacerlo porque ellos no me dejan montar sus naves ni nada por el estilo, solo las he visto de afuera algunas son grandes y otras pequeñas pero hay unas enormes que se hacen invisible ante la tecnología y el ojo humano, mi ojo es humano pero no entiendo porque puedo ver algunas, ellos me dicen que dentro de mi hay algo que ellos no entienden y que absolutamente nadie entiende ni siquiera yo ¿Por qué los puedo ver? Me pregunto, pero ellos no me dan información, están en las mismas y me dicen que los malos  quieren llevarme pero ellos me protegen, me siento un poco incomodo no lo sé, es difícil estar en mi posición.

Ayer estuve sentado frente a mi ventana mirando las estrellas, bueno las que podía ver por que con las luces de la ciudad no se ve casi nada, vi pasar  tres naves pero muy rápido y la ultima que paso tiro un destello como un flash gigante cubriendo todo su alrededor y créame, la vecina también estaba en la ventana y pudo ver la nave solo por un instante  quedando quieta por unos segundos hasta que se desmayo, yo no podía hacer nada en ese entonces.


 Cuando la primera vez que me tope con ellos, ya no sé como nombrarlos son demasiados, mi cuerpo se paralizo y comenzó a correr un hormigueo de la punta de mis pies hasta mi cabeza, yo estaba acostado y comencé a moverme de apoco pensando que era un sueño, la luz blanca que salía de mi ventana me dejaba solo ver las siluetas de los cuerpos delgados y largos moviendo sus manos como cuando un gusano se mueve lento por la tierra, empezaron a hablar en un idioma que no entendía, no era español, inglés, alemán, japonés, brasilero, bueno aunque no conozco muchos, eran dos; uno media dos metros aproximadamente y el otro media unos 20 centímetros más, pero mi única reacción fue quedarme mirándolos fijamente sin quitarles la vista, me sentía  dentro de una capsula gigante de fierro y cada vez que ellos hablaban mi oídos retumbaban con una vibración pequeña que dejaba caer mis ojos lentamente hasta sentirme mareado y con nauseas, luego la luz  blanca comenzó a brillar mas y mas hasta casi cegarme y las voces crecían como un eco, mis ojos se cerraron automáticamente hasta que en cosa de segundos todo desapareció y me encontraba ya de mañana.

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