lunes, 9 de diciembre de 2013

El Bufón y el Malandrín


MALANDRÍN -¡Oye bufón dame este trago para beber lo que me falta de este lugar!
BUFÓN- ¡Sobre mi cadáver! Este es el primer vaso que  estoy tomando y nadie me lo robará, lo defenderé con mi    vida si es necesario.
MALANDRÍN- Ya muchas personas me dicen ese tipo de palabras que terminan rindiéndose ante mi poder de destrucción pequeño bufón, tu serás igual que ellos y no será necesario tocar un pelo de tu cuerpo para que me lo entregues.
BUFÓN- Por que sea más pequeño que tu no significa que sea más astuto que tu. Te daré treinta segundos para que te retires de este lugar y  me dejes tragar mis penas y triunfos de este vaso helado lleno de cerveza.
MALANDRÍN - Trágate tus segundo será mejor, porque las penas y triunfos las llevaré yo, ya que son mi colección desde hace mucho tiempo.
BUFÓN - Se que hay miles de personas que cayeron a tu voluntad, si te tomas mi cerveza explotaras y no quiero estar limpiando después este lugar por la culpa de un malandrín que llego sin que le avisaran.
MALANDRÍN- Soy un malandrín, me encanta esa palabra hasta será mi nuevo nombre desde ahora “El malandrín”. Por concebirme este nombre te dejaré en paz pequeño bufón.
BUFÓN- Eso es imposible, crees que me dejaste en paz echando a la gente de este lugar, el músico, el bar, el público.  Me dejaste solo bebiendo esta cerveza helada sentado en una mesa  para dos personas con el  segundo asiento tibio y su vaso vacío mientras que yo llenaba mi segundo y último vaso. No me dejaste en  paz, hiciste que llenara mi segundo vaso sin darte cuenta, ahora bébelo mira que esta con penas de esta noche.
MALANDRÍN- Entonces eso es lo que haré  pero cuando termine de beberlo vas a querer pedir otra cerveza helada y otro vaso para poder seguir bebiendo.
BUFÓN- serán dos, uno por mi vaso que tomaste  en el cual iban tus malas intenciones y otro porque te vas y  me quedaré solo en el bar.

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