MALANDRÍN -¡Oye bufón dame este
trago para beber lo que me falta de este lugar!
BUFÓN- ¡Sobre mi cadáver! Este es
el primer vaso que estoy tomando y nadie
me lo robará, lo defenderé con mi vida si es necesario.
MALANDRÍN- Ya muchas personas me
dicen ese tipo de palabras que terminan rindiéndose ante mi poder de destrucción
pequeño bufón, tu serás igual que ellos y no será necesario tocar un pelo de tu
cuerpo para que me lo entregues.
BUFÓN- Por que sea más pequeño
que tu no significa que sea más astuto que tu. Te daré treinta segundos para
que te retires de este lugar y me dejes
tragar mis penas y triunfos de este vaso helado lleno de cerveza.
MALANDRÍN - Trágate tus segundo será
mejor, porque las penas y triunfos las llevaré yo, ya que son mi colección
desde hace mucho tiempo.
BUFÓN - Se que hay miles de
personas que cayeron a tu voluntad, si te tomas mi cerveza explotaras y no
quiero estar limpiando después este lugar por la culpa de un malandrín que
llego sin que le avisaran.
MALANDRÍN- Soy un malandrín, me
encanta esa palabra hasta será mi nuevo nombre desde ahora “El malandrín”. Por concebirme
este nombre te dejaré en paz pequeño bufón.
BUFÓN- Eso es imposible, crees
que me dejaste en paz echando a la gente de este lugar, el músico, el bar, el público.
Me dejaste solo bebiendo esta cerveza
helada sentado en una mesa para dos
personas con el segundo asiento tibio y
su vaso vacío mientras que yo llenaba mi segundo y último vaso. No me dejaste
en paz, hiciste que llenara mi segundo
vaso sin darte cuenta, ahora bébelo mira que esta con penas de esta noche.
MALANDRÍN- Entonces eso es lo que
haré pero cuando termine de beberlo vas
a querer pedir otra cerveza helada y otro vaso para poder seguir bebiendo.
BUFÓN- serán dos, uno por mi vaso
que tomaste en el cual iban tus malas intenciones
y otro porque te vas y me quedaré solo
en el bar.
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