Me gusta sentarme en la escalera
con mis zapatillas y pantalones plomos
contando las horas del día que va transcurriendo y esperando el momento para
volver a verte, paso hambre y no me importa paso frió y no me importa paso sed
y no me importa, cuento con los dedos de mis manos las horas y cuento en mi mente lo minutos recordándote con nostalgia
y alegría con pasión y odio con querer y
no querer, saco una hoja blanca y lápiz negro de mi bolso para dedicarte
unas letras a tu nombre llenándola de sentimientos vivos, frescos y antiguos.
Cada línea que lleno con mi mano y mi tinta negra la pongo en un templo guardándola y
protegiéndola ante todo, al terminar la carta la enrollo como mi mayor pergamino protegido
dejando mis secretos sentimientos dentro del. Sigo mirando el reloj rojo y
grande que esta frente a mis ojos puesto en la pared tibia de mi casa mientras muevo mis pies de arriba hacia abajo aun
contando los minutos para volver a verte.
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