Estoy sentado en mi sillón rojo de cuero contando los
segundos en voz alta con las piernas apoyadas
sobre la mesa de centro las manos cruzadas
escuchando música clásica a medio volumen y solo de repente miro mi acuario con
dos tortugas que tengo, es la madre y su hija, el acuario tiene una luz azul.
Paro de contar y me voy parando para empezar a caminar en círculos sin
tambalear alrededor de la mesa de centro y de mi bolsillo saco una flor morada que esta a medias seca y luego
saco otra más pequeña, ya paré frente a la mesa para empezar a acobijar las flores en
el vidrio helado, también paro el sonar de la música y la luz de las tortugas brillo mas y mas mientras me
sentaba nuevamente frente a las flores, las mire con pasión con amor con ternura con pena con
rabia con odio hasta que saqué los fósforos de mi otro bolsillo con un frasco
pequeño de bencina y comencé a bañar a las flores secas con el liquido toxico,
lo puse a un lado de ellas y solamente me quedaba un fósforo hasta que junte la
pólvora con la lija y la hija de fénix cubrió por completo las flores llenando el
lugar con un espeso humo. Saque el
ultimo cigarrillo que me quedaba escondido en la esquita de la pata de la mesa
de centro y lo prendí con las pequeñas llamas que iban quedando, fume 4 veces y lo apagué en
las cenizas que quedaron, me quite la blusa y el acuario se apago me saque los
zapatos y la luz bajo me estire en el sillón cerrando los ojos y todo se acabo.
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