Tu poder de elocuencia

Camino extrañamente por donde no conozco, sigo los pasos de desconocidos sin rumbo, huelo en el aire todo tipo de vegetación que alguna vez conocí por primera vez. Me envuelvo con la gama de olores  verdosos sin hallar respuesta alguna, sintiendo que se seca cada vez mas y mas algo que fue rápido, tan rápido como la velocidad luz y tu elocuencia. El clima se pone mas pesado que ladrillos cuando te envuelves a mi alrededor y te vas como un halcón volviendo a tu voluntad, pero te gusta el juego que iniciaste. Me transformaste en algo efímero, me llevaste a tu merced pero me dejaste caer y deposite en tu caja de oro mi sentir. Cuando abrí los ojos veía todo blanco, pero yo estaba entendiendo tu forma de volar por que eras lo único que observaba  a lo lejos. Tu pensar no estaba claro y exacto cuando juntamos por primera vez nuestros  labios, dos mundos total mente diferentes se juntaron, el frió y el calor, mercurio y neptuno. Jugaste con fuego pero no te quemaste, jugaste con agua pero no te ahogaste, jugaste con barro pero no te manchaste. Tu victoria de cada encuentro te llevaba a la sima, me enseñaste a confiar en ti, no en los demás. Tenías una cuerda amarrada a tu cuerpo con las imágenes de tu pasado y la llevaste bajo tu  memoria todo este tiempo. Pensabas en el mar estando conmigo, pensabas en caminar estando conmigo, pensabas en el sol  estando conmigo, pensabas todo estando conmigo. Todo se notaba a flor de piel las ultimas veces que veía tus ojos, querías esconderte y no olvidar, querías correr y correr hasta hacerme sentir usado para que yo corriera turbándome. Aun te veo volando a lo lejos en este resplandor, te veo a ti estando como bólido, pensando en tu antiguo hogar y yo como estúpido.